El arte es un juego que tiene sus normas y el espectador debiera conocerlas. Parte esencial de estas normas son los mecanismos de contradicción. Aunque aparentemente hago un juego con el espacio, me interesa mucho más el sentido y el orden de las cosas, que modifican continuamente nuestros sistemas de referencia. Lo cotidiano se vuelve inhóspito. (Sabadell 1992)